Hemos comprendido que las Ciudades de Dios son como pozos de agua fresca donde la gente puede venir a beber, a refrescarse, a encontrarse con el Señor y con los hermanos. Nuestra manera de evangelizar es permaneciendo en casa, atentos y disponibles a escuchar a la gente que va llegando sedienta del amor de Dios, de una palabra de vida, de un consuelo y descanso para su alma y su cuerpo enfermo y herido.
Barbacoas
Nos encontramos con una Ciudad de Dios viva, llena de alegría, actividades, cantos, experiencias formativas; una Ciudad de Dios a la que a diario acuden niños, madres, jóvenes, adolescentes, indígenas y afro-descendientes; todos, buscando ese algo que no se sabe expresar y que nosotros sabemos lo que es: el ¡Regazo de Dios!
Un espacio donde se fomenta la dignificación de la persona, el cuidado de la familia, el valor del trabajo y la espiritualidad. Una Ciudad de Dios llena de alegría, ella se levanta majestuosa en la periferia de la Ciudad
En sus inicios su objetivo central, después de la formación en la oración y experiencia de Dios, era el de ayudar a la población marginada de la zona de prostitución del municipio antioqueño de Sonsón, en la recuperación de la dignidad como seres humanos e hijos de Dios, más adelante se fue integrando a los aspectos generales de una Ciudad de Dios.
Esta es la primera Ciudad de Dios dirigida por Carmelitas Laicos de San José, en la que le están entregando su vida al Señor, sirviendo a las niñas y niños campesinos que viven muy lejos del centro urbano de Ospina Pérez. Se les ofrecen un hogar para vivir durante los días de la semana para que puedan asistir al colegio, y además, los orientan espiritual y académicamente para que luego puedan continuar sus estudios universitarios.
Esta Ciudad de Dios es propicio para aquellos jóvenes campesinos del sector de Caldas que quieren seguir conservando su amor y cercanía con el campo. Allí se fomenta el cuidado de la naturaleza, el trabajo, la oración y la fraternidad
Cerca a la Ciudad de Dios de La Gloria está Entre Nubes, otro espacio que surge tras la necesidad de Evangelizar a las personas sedientas de Dios, se convierte entonces este en un espacio para promover los valores cristianos en pro de la familia, la fraternidad y el servicio.
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